Wolff cumple diez años en Mercedes: un repaso a sus logros

A muchos guionistas les encantaría tener un personaje como Toto Wolff en su película o serie de TV. El austriaco tiene una presencia especial en el paddock. Su mirada estoica y su ceño permanentemente fruncido dan al jefe del equipo Mercedes un aspecto intimidatorio que demuestra que, por muy bien que hayan ido las cosas, no está satisfecho. Cuando se consiguen victorias, levanta el puño o esboza una frugal sonrisa. Si las cosas van mal en la pista, el escritorio se hace añicos o algún otro objeto a su alcance tiene que recibir el golpe.

Antes de su nombramiento como jefe del equipo Mercedes, Wolff ya tenía una rica historia, en todos los sentidos de la palabra. Sus empresas de inversión Marchfifteenth y Marchsixteenth hicieron multimillonario a Wolff. Dentro del automovilismo, Wolff formó parte del consejo de Williams hasta 2012, aunque conservó una participación minoritaria en el equipo hasta 2016. Durante su etapa en Mercedes, Wolff también fue mánager de Valtteri Bottas y sigue desempeñando funciones de mánager de George Russell y Esteban Ocon. Su contrato como jefe del equipo Mercedes se firmó el 21 de enero de 2013.

La era híbrida

El primer año de Wolff en Mercedes no se pareció ni remotamente a lo que el equipo haría más tarde. La leyenda de la Fórmula 1 Michael Schumacher abandonó el equipo tras unos años decepcionantes y fue sustituido por el prometedor talento Lewis Hamilton. La decisión fue considerada en su momento como el final de la carrera de Hamilton. Aunque el equipo consiguió ser segundo en 2013 con una estrecha ventaja sobre Ferrari, Mercedes terminó a la friolera de 236 puntos del intocable Red Bull.

2014 lo cambió todo. Entró en vigor un nuevo reglamento de motores y Mercedes fue el ganador indiscutible de ese cambio. Hamilton y su compañero Nico Rosberg se hicieron con los puestos uno y dos del campeonato y Mercedes ganó casi trescientos puntos más que Red Bull. Resultó ser el presagio de lo que estaba por venir: de 2014 a 2020, Mercedes ganó todos los títulos de constructores y pilotos. La "era híbrida" estuvo absolutamente dominada por el Mercedes de Toto Wolff.

Se encadenaron récords: más títulos de constructores seguidos, más títulos de pilotos seguidos, Hamilton logró el récord de carreras ganadas y, con el título de Hamilton en 2020, también se igualó el récord de Michael Schumacher de siete títulos mundiales. Pero bajo la dirección de Wolff, la atención no se centró únicamente en la Fórmula 1. En 2018, el junior de Mercedes George Russell ganó el título de Fórmula 2 y ese mismo año el junior de Mercedes Mick Schumacher ganó la Fórmula 3. En 2019, se creó el equipo Mercedes de Fórmula E, que ganó el título en las dos temporadas siguientes.

2021 y 2022

En 2021, el dominio indiscutible de Mercedes llegó a su fin. Max Verstappen fue el primer piloto en años que desafió a Hamilton. La batalla por el título se decidió en la discutida última vuelta de la última carrera. La temporada se calentó: Wolff y su rival Christian Horner no se anduvieron con rodeos y las acusaciones e insultos volaban de un lado a otro cada semana. La protesta de Mercedes tras la temporada no fue reconocida y se hizo oficial: Max Verstappen ganó el título de 2021. Mercedes ganó el título de constructores por octava vez consecutiva, pero la temporada le dejó un sabor amargo.

Con la nueva normativa de motores de 2022, todas las miradas estaban puestas en las Flechas Plateadas. El equipo había dejado claro que quería vengarse del título perdido el año anterior y presentó un diseño atrevido en los días de pruebas: Mercedes era el único equipo que no tenía sidepods. ¿Era la clave para ganar que nadie había descubierto todavía?

La respuesta fue no. La temporada de Mercedes se caracterizó por el "porpoising", el rebote del coche por la pista. Aunque Russell terminó entre los cinco primeros en casi todas las carreras de su primera temporada con Mercedes, Hamilton se vio condenado regularmente al centro del campo y no hubo en absoluto lucha por el título. La primera victoria no llegó hasta la penúltima carrera del año y Mercedes tuvo que conformarse con el tercer puesto entre los constructores. La era dominante de Mercedes ha terminado definitivamente.

2023 y más allá

El futuro sólo puede adivinarse en este momento. Con la marcha de James Vowles a Williams, Wolff ha perdido a su estratega jefe y mano derecha. Hamilton aún no ha firmado un nuevo contrato. Y la gran pregunta para 2023 es: ¿ha vuelto Mercedes a encarrilar las cosas, o será un segundo año consecutivo en el que Red Bull no sea más que una mancha en el horizonte?

A largo plazo, las miradas se dirigen a 2026. Será entonces cuando vuelva a entrar en vigor la nueva normativa de motores y Mercedes tendrá otra oportunidad de iniciar un periodo de dominio. La cuestión, sin embargo, es si Wolff se quedará tanto tiempo. El austriaco ha indicado en el pasado que su ambición no se detiene en el liderazgo de Mercedes. ¿Se quedará Wolff en un puesto en el paddock? ¿O seguirá los pasos de Jean Todt y presentará su candidatura a la presidencia de la FIA? Sólo el tiempo lo dirá.